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"Cuando me jubilé pensé que era mejor hacer algo activo y que mereciera la pena".

Ed Swibas es un voluntario regular del equipo de construcción de Habitat Denver. Forma parte del club de los cascos azules (también conocidos como regulares) desde hace 5 años. Tras jubilarse de un trabajo de oficina, Ed decidió que quería retribuir a su comunidad de forma activa. Recuerda que en aquel momento estaba realizando algunos proyectos de reformas en su propia casa y quería compartir sus conocimientos. 

Con una carcajada, Ed comenta: "La verdad es que he aprendido más de lo que aporto. Cada día en la obra aprendo algo nuevo".

Ed no duda en reconocer los beneficios de trabajar como voluntario en las instalaciones con regularidad: desde mantenerse activo hasta formar parte de la comunidad de Hábitat. 

"Sigo viniendo por la camaradería. Los regulares, los AmeriCorps y los supervisores son una gran comunidad con la que trabajar. Sabes que aquí te aprecian y te acogen".

Además, la actividad de la obra también le ayuda. "Trabajaba detrás de un escritorio y tenía problemas de espalda. Ahora que hago esto, ya no tengo problemas de espalda, ¡aunque parezca mentira!".

Para Ed, una de las partes más significativas del voluntariado regular es asistir a las ceremonias de dedicación de las casas. "Voy a las inauguraciones siempre que puedo, y ahí es donde realmente te das cuenta de lo que se trata. Ves a las familias que van a vivir en esta casa, las sonrisas en sus caras... eso hace que todo merezca la pena, seguro".

Si estás pensando en unirte al equipo de Voluntarios Regulares, Ed tiene algunos consejos:

"Ven una o dos veces a ver si te gusta. Hay tantos trabajos diferentes que seguro que encuentras algo que te guste de verdad. Así formarás parte de la comunidad".