Ray Finney: Fundador y Voluntario Pionero

Ray Finney y su esposa Teddy siempre han sentido pasión por el servicio. Así que en 1979, cuando un amigo de Ray de Georgia le habló de una nueva organización -Hábitat para la Humanidad-, la pareja conectó inmediatamente con su misión.

"El mercado inmobiliario de Denver iba mal a finales de los años setenta. Con el auge de las industrias del petróleo, el gas y las telecomunicaciones, muchos trabajos manuales disminuyeron y las familias de bajos ingresos se vieron obligadas a abandonar la ciudad", dice Ray. "Después de saber más sobre Hábitat para la Humanidad y su misión, Teddy y yo dijimos inmediatamente que sí y empezamos a correr la voz".

Con un puñado de voluntarios, el sótano de Ray y Teddy se convirtió en la nueva sede de Hábitat. Después de trabajar incansablemente para recaudar fondos, adquirir terrenos, seleccionar una familia asociada y afrontar la difícil logística de la construcción, Ray y su equipo terminaron la primera casa en 1980. Ray atribuye este hito a las estrechas relaciones que pudo crear con diferentes sindicatos de trabajadores del área metropolitana de Denver, así como con iglesias.

"Recuerdo que cavamos los cimientos de la primera casa con unas cuantas palas y un par de voluntarios un sábado por la mañana temprano. Los cimientos eran de unos 20' x 40' de ancho y sabíamos que tardaríamos una eternidad. Pero entonces llegó un señor del Sindicato de Ingenieros de Denver con una máquina de carga frontal y terminó el trabajo en menos de 15 minutos. La amabilidad de este caballero no sólo aceleró el proceso, sino que nos dio la esperanza de que la comunidad realmente se preocupaba por la propiedad de viviendas asequibles."

"Este trabajo es muy importante. Una cosa es recaudar fondos y golpear un martillo, pero la verdadera satisfacción es pasar por delante de una casa que construiste hace 35 años y verla llena de amor y bien cuidada. Es entonces cuando sabes que realmente has influido en la vida de una familia".

Su legado como "Padre de Habitat Metro Denver" sigue vivo, ya que cada año concedemos a un voluntario el Premio Ray Finney. La persona galardonada con este reconocimiento demuestra un servicio por encima y más allá del deber, y es un ejemplo de cómo pedir a los demás que participen.

Donaciones para apoyar la propiedad de viviendas asequibles

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