Blog

"Ahora duermo mucho mejor". La historia de Delia sobre la reparación de su casa

Delia es madre de cinco hijos, abuela de once y bisabuela de dieciséis, y acoge a su familia en todas las fiestas, cumpleaños y ocasiones especiales. "Me alegra saber que esta casa es mía", dice Delia sobre el lugar que ha llamado hogar durante 27 años. "A veces es duro, pero soy feliz con ella".

Delia compró su dúplex en Elyria-Swansea después de que sus hijos crecieran y se mudaran de su casa alquilada en el este de Denver. Trabajó duro durante años para mantener a su familia. Su trayectoria profesional abarcó desde trabajar en una empresa papelera hasta en una inmobiliaria, y ahora depende de la Seguridad Social en su jubilación.

Delia es muy consciente de cada subida del impuesto de bienes inmuebles y cada reparación inesperada, ya que vive con unos ingresos fijos. "A veces me cuesta estar al día. Es muy duro. Mis hijos se ofrecen a ayudar, pero tienen sus propias familias, y es mejor que me ocupe yo sola de las cosas."

Cuando en la primavera de 2017 cayó una enorme tormenta de granizo, la aseguradora de Delia le denegó la cobertura para arreglar su tejado y le advirtió de que podría derrumbarse en cualquier momento.

"Estaba muy preocupada por el tejado y no podía dormir por las noches sabiendo que cada vez que llovía o nevaba podía derrumbarse. Me pasaba la noche mirando al techo".

Delia recibió varios presupuestos para el tejado, pero cada uno se salía más de su presupuesto que el anterior. Gracias a la colaboración con Hábitat, Delia por fin puede dormir tranquila sabiendo que su nuevo tejado aguantará y que podrá seguir viviendo en su casa de forma asequible y segura.

"Ahora duermo mucho mejor", sonríe Delia. Con un tejado nuevo ya instalado, la casa de Delia está lista para que el personal y los voluntarios de Hábitat realicen reparaciones adicionales, como ventanas más eficientes y una valla. Delia está deseando tener una casa más cálida y segura una vez terminadas estas reparaciones:

"Ahora estoy entusiasmada con mis ventanas. La ventana de mi dormitorio se escarcha mucho, así que pongo una toalla en la parte inferior y luego crema de afeitar en el cristal para evitar que se escarche. Ya no necesitaré esos botes de espuma de afeitar para mis ventanas".

Como parte de su colaboración con Habitat, Delia ha pagado una parte de las reparaciones y ha trabajado como voluntaria en una organización sin ánimo de lucro del barrio, Grow Haus. También está deseando acoger a voluntarios. "Doy la bienvenida a mi casa y a mi patio a todos los voluntarios y a cualquier persona de Hábitat, me hace mucha ilusión".

"Es algo grande, y es un alivio tener estas reparaciones hechas en la casa", dice Delia. "Cuando esté todo dicho y hecho, todo el mundo va a venir a celebrarlo".

Y a todos los voluntarios y donantes que ayudan a que Habitat Home Repair sea posible, Delia también les da las gracias. "Aprecio a todos en Hábitat que hacen posible estas reparaciones de casas. Muchas gracias".