Historias

Samantha y Darren

Hace un año, Samantha, Darren y sus dos hijas compartían un sótano de una sola habitación en casa de un familiar. Estaban agradecidos por tener un lugar donde vivir y poder ahorrar dinero, pero el espacio reducido de una casa compartida era un reto durante la cuarentena.

Ahora, orgullosos propietarios de un piso de dos dormitorios, Samantha y Darren saben que el futuro de su familia es prometedor.

"Nuestras hijas saben que tienen una casa preciosa por la que mamá y papá han trabajado muy duro. Estamos muy orgullosos", dice Samantha.

Nuestro primer año ha sido increíble y esperamos que sean muchos más. Hemos podido celebrar cumpleaños, el primer día de guardería de nuestra hija, ascensos laborales y grandes bendiciones por venir.¡Y este será nuestro primer año como anfitriones de Acción de Gracias y Navidad!

"Tenemos un lugar donde reposar la cabeza, comida en la nevera y un lugar al que llamar nuestro. Hemos tenido seguridad económica... ser propietarios de una vivienda ha hecho que eso sea una realidad".