Blog

La historia de Lorenzo y Silvia

"Hábitat no sólo nos permitió construir una casa, sino que nos ayudó a construir un futuro".

Lorenzo y Silvia recuerdan sus primeros hitos con Habitat como si fuera ayer. El momento en que firmaron los documentos de asociación. Su primer día en la obra, cuando se pusieron los cimientos de su casa. Y la primera noche en su casa, cuando Lorenzo pensó: "No puedo creer que todo esto sea nuestro".

Cuesta creer que estos hitos se produjeron hace 17 años. Por aquel entonces, Silvia era ama de casa y Lorenzo trabajaba en una empresa local de revestimientos de suelos. Antes de mudarse a su casa de Hábitat, vivían en un estudio que había sido condenado por el ayuntamiento. Intentar criar a su hija de 10 meses en este espacio pequeño e inseguro les hizo darse cuenta de que tenían que hacer un cambio.

Un día, un amigo se acercó a su pequeño apartamento, les habló de Hábitat para la Humanidad y les animó a solicitarlo. "Cuando nos enteramos del programa fue como un sueño hecho realidad", dice Lorenzo.

Una vez que fueron aceptados en el programa de Hábitat, Lorenzo y Silvia pasaron varios meses invirtiendo más de 200 horas de sudor para construir su casa. " Cuando construimos nuestra casa no me pareció que estuviéramos trabajando, porque sabía que estábamos construyendo algo más que una casa", dice Silvia.

Silvia tenía razón. Han compartido vacaciones, han acogido reuniones familiares y han celebrado grandes acontecimientos en la casa que construyeron con sus propias manos. Allí han visto crecer a su hija y también han dado la bienvenida a dos hijos más a su familia.

Silvia ha tenido la oportunidad de obtener tanto su GED como su título de asociado, y este año tiene previsto cursar una licenciatura en magisterio. Lorenzo es ahora propietario de su propia empresa de azulejos y pavimentos y sigue colaborando regularmente con Hábitat como subcontratista de la organización.

"Cada vez que trabajo en una casa de Hábitat, vuelvo a construir la mía, y me emociono por la nueva familia que va a llamar hogar a ese lugar", dice Lorenzo.

Lorenzo y Silvia se sienten bendecidos por haber podido formar una familia en su casa de Hábitat. Sus hijos tienen ahora 14 y 16 años, y su hija 18 años. Ella está a punto de graduarse de la escuela secundaria en la primavera, y está entusiasmada con sus planes futuros de ir a la universidad en el otoño.

"Sin nuestra casa Hábitat no habríamos podido ahorrar dinero, dar a nuestros hijos un vecindario seguro para crecer, obtener una educación, o hacer crecer nuestro negocio... Realmente amamos este programa y estamos muy agradecidos a todos los involucrados con Hábitat", comparte Lorenzo.