Historias

El Programa de Reparación de Viviendas ayuda a Linda a sentirse orgullosa de la casa de su infancia

Linda está orgullosa de la casa de Denver donde creció. Y gracias a la colaboración de los voluntarios de Habitat Metro Denver, puede quedarse en su casa para siempre. "Mis vecinos dicen que ojalá sus casas tuvieran este aspecto", dice Linda, de 72 años.

Linda regresó a la casa de su infancia hace ocho años para cuidar de su madre, que luchaba contra la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Linda vive con varias discapacidades propias, pero trabajó como dependienta en una tienda y como auxiliar en una residencia de ancianos, además de cuidar de su madre. Cuando su madre murió el año pasado, Linda heredó la casa para cuidarla y hacerla suya.

En aquel momento, muchas de las características principales de la casa no se habían actualizado desde su infancia. La valla se estaba cayendo, las ventanas dejaban pasar el aire frío en invierno y la pintura exterior de la casa se estaba descascarillando. La trabajadora social de Linda le habló del programa de reparación de viviendas de Hábitat, que ayuda a los propietarios con proyectos esenciales para que puedan seguir viviendo en sus casas de forma segura y asequible. Los propietarios contribuyen con horas de trabajo y hacen un pago para cubrir un porcentaje de los costes de reparación de su casa.

Para la casa de Linda, el equipo de reparación de viviendas de Hábitat se centró en proyectos que ahorraran energía y redujeran las facturas de servicios públicos, como la instalación de nuevas contraventanas. El equipo también pintó la casa, instaló una nueva valla de protección y reparó los canalones.

"Sin Hábitat, me habría tenido que mudar. No podía permitirme pintarla, arreglar la valla ni poner ventanas nuevas", cuenta Linda. "Después de las primeras reparaciones, ¡pasaba con el coche por delante de la casa porque no me acordaba de que la habían pintado!".

Linda comparte su casa con su perro, Bandit, que rápidamente aprendió a cavar bajo la nueva valla. Ahora, Linda le pone una cadena para que puedan disfrutar juntos del patio. Está orgullosa de mantener su casa y su jardín limpios y ordenados, y está deseando que las facturas de los servicios públicos bajen este invierno, gracias a sus nuevas ventanas.

"Quiero dar las gracias a Hábitat por arreglar mi casa", dice Linda. "Ahora tengo una casa bonita. Muestro a la gente que aunque estoy aquí sola con mi perro, puedo cuidar de mi casa y sentirme orgullosa de ella."