Historias

La historia de Stephany

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Stephany es natural de Denver y siempre soñó con criar a su familia en la misma comunidad donde nació y creció. Pero con el aumento de los costes de la vivienda en Denver, tuvo dificultades para encontrar un lugar decente y asequible donde vivir.

Stephany trabaja duro como decoradora de pasteles a tiempo completo y siempre ha hecho todo lo posible por llegar a fin de mes para ella y sus tres hijos. Stephany y sus hijos pasaron años buscando el lugar adecuado para vivir, pero eso se tradujo en frecuentes mudanzas y falta de permanencia en sus vidas. Llegó un momento en que Stephany y sus hijos compartían una sola habitación en casa de su padre porque no podían permitirse un apartamento propio.

Las frecuentes transiciones y la falta de estabilidad empezaron a afectar a la vida de toda la familia. De hecho, cuando el hijo de Stephany entró en cuarto curso, ya había cambiado cuatro veces de colegio.

Stephany se enteró por primera vez del programa de propiedad de vivienda de Hábitat para la Humanidad a través de un compañero de trabajo y no podía creer lo increíble que era la oportunidad. Ahora que llevan cinco años viviendo en su casa, la familia disfruta de una estabilidad y una coherencia que han marcado la diferencia en el mundo.

La casa de Stephany en Hábitat ha creado mucho más espacio para que su familia viva y crezca, incluyendo suficientes dormitorios para que cada uno tenga el suyo propio por primera vez en su vida. Y permanecer en la misma escuela ha tenido un impacto real en la educación de sus hijos.

"Vivir aquí ha ayudado muchísimo a mi hija, en lo que respecta a la escuela y a la estabilidad", dice Stephany. "Es permanente. Aquí es donde vamos a vivir para siempre".