La historia de Silvia

Antes de convertirse en propietaria de una vivienda de Hábitat, Silvia nunca soñó que podría volver a estudiar. Durante años, Silvia y su marido tuvieron que trabajar muchas horas y gastar demasiado dinero en el alquiler de un apartamento inadecuado e inseguro. Cuando nació su hija Melissa, decidieron hacer un cambio y se asociaron con Hábitat para la Humanidad.

"Quiero ser un ejemplo para mis hijos de que se pueden alcanzar los sueños a CUALQUIER edad".

Cuando se mudaron a su casa de Hábitat, Silvia sólo tenía estudios medios. "Era profesora voluntaria en la escuela dominical de mi iglesia y esa experiencia me hizo darme cuenta de que quería volver a estudiar y seguir una carrera docente", explica Silvia.

Hoy en día, Silvia ha obtenido el GED, un título asociado en enseñanza y actualmente tiene 80 créditos para su licenciatura en desarrollo y educación de la primera infancia.

"Mi casa es una bendición", dice Silvia. "Ha dado a mis hijos seguridad y estabilidad, a mi marido un lugar donde empezar su negocio, y a mí la oportunidad de continuar mis estudios". "Gracias a Habitat Denver y a todos los que apoyan el programa". Silvia continúa: "Ser propietaria de una vivienda ha cambiado la vida de mi familia a mejor y ha sentado las bases para el futuro de mis hijos."