Historias

Phillip y Heidi

Phillip y Heidi están planeando iniciar una tradición en el cumpleaños de cada uno de sus hijos, marcando sus alturas cerca del marco de una puerta de su nueva casa. "Esto les dará seguridad, les permitirá ver cuánto tiempo llevan en un lugar, cuánto han crecido y lo lejos que han llegado", dice Phillip.

Phillip y Heidi pensaban que tendrían que esperar muchos años antes de poder ahorrar lo suficiente para comprar una casa en Denver. Se quedaron asombrados al enterarse de que podían alcanzar este sueño mucho antes gracias al Programa de Adquisición de Viviendas asequibles de Hábitat para la Humanidad. No sólo cumplieron los requisitos para comprar una casa de cuatro dormitorios para su familia de seis miembros, sino que también son los orgullosos propietarios de la primera Unidad de Vivienda Accesoria (ADU) de Habitat Metro Denver, que es una casa adicional de un dormitorio situada en su propiedad.

"Nos sorprendió descubrir que éramos la primera familia con una ADU", dijo Phillip. "Hicieron un trabajo increíble construyéndola y nos enamoramos de ella".

El objetivo del Programa ADU es ayudar a los propietarios a disponer de un espacio vital flexible. Phillip y Heidi planean utilizar su ADU como habitación de invitados para las frecuentes visitas de la familia ampliada, y abrirla a los amigos que tienen problemas de estabilidad a causa de la pandemia.

Phillip y Heidi saben de primera mano lo que es la falta de espacio y estabilidad. Antes de comprar su casa de Habitat, vivían en un estrecho apartamento de dos dormitorios con sus cuatro hijos -de 3 a 13 años- que compartían un dormitorio. La situación era especialmente difícil durante la orden de permanencia en el hogar de Colorado debido a COVID. En varias ocasiones, el hijo de Phillip y Heidi tuvo que encerrarse en su dormitorio para que los niños más pequeños no molestaran en su clase online.

"Fue todo un reto. Siempre habíamos hecho algo al menos una vez a la semana para salir en familia, y tuvimos que cambiar y adaptarnos", explica Phillip.
"Mi hija tiene casi 5 años y mi hijo casi 4, así que les enseñamos a jugar a juegos de mesa o les dejamos correr por la colina que hay detrás de nuestro complejo con burbujas y pistolas de agua, intentando que no se volvieran locos unos encima de otros".

La experiencia hizo que la familia estuviera aún más agradecida de colaborar con Hábitat.

"Tener que estar en cuarentena en ese apartamento... sabíamos que sólo teníamos que pasar la mala racha y llegar a donde estamos ahora".

Lo mejor para Phillip y Heidi ha sido ver cómo se iluminaban las caras de sus hijos en un nuevo hogar. Los dos mayores tienen por fin su propia habitación y una puerta que pueden cerrar. Los dos más pequeños están entusiasmados con su nueva litera.

"Nuestra hija se cree mayor porque le toca la litera de arriba".

Cuando Phillip y Heidi miran hacia delante, el futuro les trae esperanza y tradiciones familiares. Phillip planea establecer una tradición de su propia infancia.

"En cada cumpleaños, voy a marcar la altura de los niños en la moldura junto al marco de la puerta. "

Esto les dará seguridad, permitiéndoles ver cuánto tiempo llevan en un lugar, cuánto han crecido y hasta dónde han llegado.

"Ha sido un largo camino. Estamos muy agradecidos a Hábitat para la Humanidad".